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viernes, 13 de julio de 2018

Un tesoro dentro de una pirámide

Por Marina B.

Una investigación del estado estructural de edificaciones históricas en México tras el sismo del pasado 19 de septiembre de 2017 ha hallado restos de un templo desconocido hasta hoy dentro de una pirámide que fue seriamente dañada. El escaneo del sitio detectó los vestigios, pertenecientes a la cultura Tlahuica y dedicados al dios de la lluvia

El terremoto del pasado 19 de septiembre dañó más de un sitio de valor en México. Por eso, como suele suceder tras el paso de este tipo de fenómenos, los antropólogos ordenan revisiones de lugares históricos que hayan podido ser afectados. Pero por esta vez, el hallazgo en Morelos fue a la inversa: en lugar de haber pérdidas, la historia cultural de esa nación dio con una nueva joya arqueológica.

Restos de un antiguo templo que había permanecido oculto en la pirámide de Teopanzolco emergieron a la vista de los arqueólogos encargados de inspeccionar el lugar. Exactamente, cuando el Instituto Nacional de Antropología escaneó el sitio para asegurarse de que todo estaba intacto.

Los vestigios del templo tenían seis metros de largo por cuatro de anchura y además fueron hallados un quemador de incienso y restos de cerámica.

Por el momento, los historiadores y arqueólogos que han anañizado estos nuevos hallazgos han opinado que la datación de los restos podría situarse en el año 1150, cuando la cultura Tlahuica era dominanate en la región, que se halla ubicada a 70 kilómetros de la Ciudad de México.

Los tlahuica vivían en ciudades estados de pequeña dimensión en el área que hoy ocupa el estado de Morelos. Barbara Koniecza, arqueóloga principal de este nuevo proyecto, ha explicado a la prensa que no era inusual que los tlahuicas construyeran sobre estructuras antiguas. Ha afirmado además que el terremoto, de magnitud 7,1 en la escala Richter no solo dejó esta buena noticia, sino que dañó dos templos del centro ceremonial que deberán ser especialmente protegidos. Uno de ellos estaba dedicado al dios Huitzilopochtli, y un segundo a la deidad de la lluvia, Tláloc.

Alrededor del mediodía del 19 de septiembre, un sismo de 7,1 en la escala de Richter con epicentro en el estado de Morelos y Puebla, causó la muerte de 369 personas.