Lo que queda del “pequeño Hércules”
Actualmente Richard Sandrak es un simple joven ucraniano de 24 años que trabaja en estudios cinematográficos de Hollywood como doble de acción. Su cuerpo es el de una persona que practica pocos ejercicios físicos y ya casi nadie puede distinguir que alguna vez fue el niño más fuerte del mundo entero.
Su nombre es Richard Sandrak y de él no poco se ha hablado, incluso llegó a ser conocido en todo el mundo como “El pequeño Hércules”. Y es que para consternación de muchos, con solo ocho años el joven podía levantar pesas de más de 100 kilos y prefería hacer abdominales en vez de jugar. Hace 15 años sus imágenes ejercitándose le dieron la vuelta al mundo, el entonces niño lucía la musculatura propia de un físicoculturista. Estaba obsesionado con practicar deportes, cuidaba su dieta al extremo y dormía en el suelo para mantener una buena postura.
Sandrak, con apenas siete años, ya posaba como Arnold Schwarzenegger, hacía alrededor de 600 abdominales seguidos y no consumía esteroides ni hormonas. Su caso sorprendió a la comunidad internacional, llamando la atención de médicos y científicos preocupados por la alimentación del infante.
Pero su talento le venia en la sangre. Su madre fue atleta profesional y su padre, Pavel Sandrak, es un ex campeón de artes marciales, con quien comenzó a asistir al gimnasio a entrenar desde bien pequeño. De igual forma, fue sometido a una educación especial en la que fue privado de jugar con otros niños.
En año 1997 se trasladó junto a sus padres a vivir en Hollywood, Estados Unidos, con el objetivo de impulsar la carrera del niño. Fue allí que su físico logró a impresionar a entrenadores de la talla de Frank Giardina y comenzó su ascenso a la fama. Se volvió muy popular de inmediato, apareciendo en entrevistas para la televisión, en revistas deportivas así como en eventos como el Arnold Classic, Night of Champions y Mister Olimpia.
Pero su vida cambió drásticamente a medida que fue creciendo y cuando su padre fue condenado a prisión por maltratar físicamente a su mamá. Ahora luce mucho más que el uno por ciento de grasa corporal que antes ostentaba, y sus brazos y abdomen lucen muy poco ejercitados. Trabajar como doble de acción en Hollywood, es entrenador y nutricionista, aunque ya no sigue alimentándose sanamente, ni cultivando tan estrictamente los buenos hábitos de conducta que le llevaron a convertirse en el niño más fuerte del mundo. Con él quedó demostrado una vez más lo efímera que puede ser la fama.