Una proteína que tiene mucho que ver con el Alzheimer
Aunque se han hecho descubrimientos relacionados con el Alzheimer, el último fármaco para tratarla se lanzó hace 14 años y sólo logra retardar su ritmo levemente. Es por ello que resulta tan relevante el estudio de los mecanismos que mueven esta enfermedad. En una reciente investigación un grupo de especialistas descifró descifró parte del mecanismo por el que falla una proteína cuya función está relacionada con la memoria y el aprendizaje.
El Alzheimer es la más común de las formas de demencia y su riesgo aumenta con la edad, de ahí que, ante una población mundial cada vez más envejecida, el interés de los científicos por estudiar esta y otras enfermedades neurodegenerativas, sea creciente. Lo cierto es que, aunque se han hecho descubrimientos relativos a la enfermedad, el último fármaco para tratarla se aprobó hace 14 años y solo consigue ralentizar levemente su ritmo de progresión.
Actualmente un equipo del Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto de la Universidad Miguel Hernández y el CSIC, en España, encabezado por el especialista Javier Sáez Valero, es pionero en el estudio de la proteína Reelina, que podría estar involucrada en la pérdida de memoria y la dificultad de aprendizaje que caracterizan el Alzheimer.
El grupo descifró parte del mecanismo por el que esa proteína falla en su función relacionada con la memoria y el aprendizaje. Como explica Sáez Valero, en estudios previos habían demostrado que los niveles de Reelina están acentuados en el cerebro de las personas con Alzheimer. Posteriormente comprobaron que, a pesar del incremento, la proteína fallaba en sus funciones.
La plasticidad sináptica, una de las funciones de la Reelina, está deteriorada en esa enfermedad neurodegenerativa. Esta es un proceso por el cual las conexiones entre neuronales, llamadas sinapsis, se debilitan o refuerzan en dependencia de la experiencia cotidiana. Esta plasticidad es la que nos permite memorizar, aprender y adaptarnos a nuevas situaciones.
En este nuevo trabajo, los investigadores constataron que el aumento ineficaz de la Reelina, detectado en las personas con Alzheimer se debe a un fallo inducido por la proteína beta-amiloide, característica de la enfermedad. En condiciones normales, la proteína Reelina se une al receptor neuronal ApoER2 para realizar su función y mantener su producción en niveles adecuados.
Pero como señala el doctor Sáez Valero, en el cerebro de las personas con enfermedad de Alzheimer, aunque haya más Reelina, esta no interacciona adecuadamente con el receptor ApoER2, por la interferencia provocada por la proteína beta-amiloide, que hace que se produzca un bucle que causa la sobreproducción de Reelina, que no es funcional.
Otro hallazgo del estudio es que el mecanismo que controla la Reelina funciona diferente en las personas portadoras del alelo ApoE4, principal factor genético del riesgo de padecer Alzheimer. Y es que el ApoE4 parece interferir en el control de la proteína. El siguiente paso del estudio está encaminado entonces hacia el ApoE para descifrar si la propensión a desarrollar esta enfermedad tiene que ver con estos fallos en la Reelina.