Una carta médica dictada por el paciente
El New York Times ha provocado revuelo al exponer la confesión del doctor Harold N. Bornstein sobre la prescripción de un medicamento para la pérdida de pelo a uno de sus pacientes. La polémica surgió hace más de un año cuando se dio a conocer el nombre de tan afamada figura dentro del plano político estadounidense.
El cliente del doctor Harold N. Bornstein era Donald Trump, el presidente estadounidense. Es de suponer, entonces en el plano controvertible en el que se colocó Bornstein, luego de la entrevista que le suministró al New York Times. En febrero del año pasado, días después de dicha entrevista, el guardaespaldas personal del mandatario estadounidense, entró a la fuerza en el despacho de Bornstein con el propósito de extraer todos los archivos médicos relacionados con Trump.
Respecto a este acto el doctor expresó ante la NBC sentirse violado, atemorizado y triste. Luego de exponer los hechos, subrayó: " Hicieron un enorme caos. Deben haber estado aquí entre 25 y 30 minutos." La gravedad radica en que según Harold N. Bornstein, no existe firma o autorización alguna para que los documentos fueran extraídos. Esto indica la posible comisión de un delito ya que, si bien es cierto que los pacientes son dueños de su historia médica. La ley estadounidense puntea que el original de tales documentos debe persistir en manos del proveedor de servicios médicos.
Según indican otros medios, el doctor anunció que desde entonces su vida se convirtió en una pesadilla. Incluso llegó a exigir al periódico New York Times que ofreciera públicamente una disculpa y que cometiera una donación a en su nombre a la universidad en la que había aprendido medicina. Pero todo va más allá de una simple prescripción por pérdida de cabello. Harold N. Bornstein es el médico que firmó la carta con la que Donald Trump presumió su excelente estado de salud durante la campaña presidencial.
A tal punto que se emitió una misiva que expresaba: "De ser elegido el señor Trump, se puede decir sin lugar a dudas, que será el señor con mejor salud en resultar electo presidente." Para avivar aún más las llamas Bornstein aseguró en una entrevista con CNN que fue el propio mandatario quien le dictó toda la carta. Hecho que resulta imposible de corroborar por la extracción de documentos. De ahí que el doctor exponga que la copia original y única de la ficha de Trump, en la que se ostentan los exámenes de laboratorio fue robada.
El pasado martes, la portavoz de la Casa Blanca indicó que lo ocurrido fue parte de un procedimiento normal, por lo que no hay necesidad de hacer saltar las alarmas. Lo realmente cierto es que por cualquiera de las partes implicadas hubo grandes faltas, que deben ser investigadas, en aras de dar claridad en los procesos políticos del gobierno de los Estados Unidos.