¿Para qué sirve nuestro reloj interno?
Un nuevo estudio, publicado en Scientific Reports, ha hecho una correlación interesante entre nuestros relojes biológicos y las notas que obtenemos en la escuela. Después de rastrear las actividades diarias personales en línea de 14 894 estudiantes universitarios entre 2014 y 2016, encontraron que los estudiantes cuyos relojes internos no estaban sincronizados con sus horas de clase recibían calificaciones más bajas que los que tenían una correspondencia más estrecha.
Claramente, esto sugiere que las calificaciones en general mejorarían en general si las clases de alguna manera pudieran igualarse a los ritmos circadianos de los estudiantes. El equipo, de la Universidad de California, Berkeley, y de la Northeastern Illinois University (NEIU) clasificaron a estos estudiantes en "búhos nocturnos", "alondras matutinas" y "pinzones durante el día", que no están predispuestos a despertar o dormir muy temprano o en tarde horas.
Aunque algunos lograron vivir vidas sincronizadas, la mayoría experimentó el llamado jet lag social (SJL) hasta cierto punto. "La mayoría de los estudiantes experimentan más de 30 minutos de SJL en promedio", señala el estudio. En total, alrededor del 40 por ciento de los estudiantes, todos de NEIU, estaban biológicamente sincronizados con sus clases, lo que significa que su estado de alerta máximo coincidió con su educación.
Por el contrario, el 10 por ciento alcanzó su punto máximo antes de que comenzaran sus clases y el 50 por ciento alcanzó su punto máximo después. En general, cuanto mayor es el SJL, más significativa es la disminución en el rendimiento académico que se observó, especialmente en personas con cronotipos aparentes posteriores.
Los noctámbulos fueron más afectados, lo que tiene sentido: los adultos jóvenes son generalmente más biológicos (y socialmente) inclinado a dormir más tarde y despertar más tarde. Nuestros relojes internos no se parecen a los que tienes en tu teléfono o en la pared. No pueden simplemente modificarse a voluntad, y todos tienen un ritmo preestablecido, uno influenciado por nuestros genes. Si intentamos, o estamos obligados a hacerlo, vivir de acuerdo con un tic-tac determinado artificialmente del reloj, entonces nuestro cuerpo sufrirá. Esto da como resultado SJL para miles de millones de personas en todo el mundo, en diversos grados.
La privación del sueño en cualquier grado afecta, entre otras cosas fisiológicas, nuestras capacidades cognitivas, por lo que los hallazgos de este estudio en realidad no son tan sorprendentes. Sí, las calificaciones no están determinadas únicamente por su ciclo de sueño; la inteligencia, el esfuerzo, etc. juegan papeles importantes, posiblemente también más importantes. Sin embargo, esta es una correlación de la que vale la pena hablar. Es hora de que la sociedad reexamine cómo se relaciona con el trabajo y la educación.
