El artista cubano que combate el Sida a través de sus creaciones
Luego de estudiar fotografía en el Pratt Institute en Brooklyn, Nueva York, dedicó su arte a las causas sociales y políticas, con el cual también expresó su vida personal. En sus obras utiliza materiales simples, aquellos que se usan en el día a día como el papel, dulces, series de luces, rompecabezas y, además, utiliza un vocabulario estético simple para tocar temas tales como el amor y la pérdida, la enfermedad y el rejuvenecimiento, el género y la sexualidad.
Una de sus obras más significativas es "Ross in LA", perteneciente a la colección que forma del MoCA, el museo de bellas artes de Nueva York. Lo singular de este trabajo es que en él hace una representación alegórica de su pareja sentimental Ross Laycock, quien murió, como muchos miembros de la comunidad gay, con VIH-SIDA en 1991.
Su obra escultórica está formada por dulces que juntos pesan 175 libras y corresponden el peso ideal de Ross, su pareja fallecida. La idea del performance es que los espectadores tomen un dulce en su visita, logrando una especie de comunión con Ross. De este modo, Félix reclama a la participación física de los espectadores.
La idea es que el peso vaya disminuyendo, aunque constantemente se reponen los dulces hasta regresar al peso de 175 libras para darle, metafóricamente, una vida eterna a Ross. Algunos críticos explican que de esta manera González-Torres cuestiona los conceptos de propiedad y valor mientras también evoca la trascendencia del arte y de la vida.
Otras de las obras de González-Torres relacionadas a los derechos gays y la existencia del Sida es una escultura de montañas de hojas de papel que llevan impresos fotografías o textos de fechas y eventos relacionadas a estos temas.
El artista se rehúsa a realizar esculturas con una forma estática. Según el artista cubano prefiere que sus obras sean cambiantes, inestables y frágiles como la vida, “que desaparece día tras día ante los ojos”.
Según los críticos de arte, la obra de González-Torres siempre brinda opciones de muchas lecturas; permite al espectador a pensar y sentir libremente. Además de que invita a enfrentar nuestros propios miedos, sueños y sentimientos. La presencia y participación del espectador es un componente crítico en el significado de la obra.
Félix González-Torres describió en ocasiones a la prensa que sus obras son una metáfora para la relación entre lo público y lo privado, lo personal y lo social, entre el miedo a la pérdida y la alegría de amar, de crecer, de cambiar, de siempre ser más, de perderse uno mismo lentamente y luego ser rellenado de nuevo de cero.
Desgraciadamente, Félix ya no se encuentra entre nosotros. También fue víctima de la misma enfermedad y murió en Miami, Florida en 1996. Su obra y vida fue de inspiración para muchos activistas de la comunidad gay. Muchos utilizan su arte en la actualidad como canal para hablar y educar a las personas sobre el SIDA.
Algunas de sus exhibiciones de museo más importantes se llevaron a cabo en el Museum of Contemporary Art en Los Ángeles, el Hirshhorn Museum en Washington D.C., The Renaissance Society en la University de Chicago, y su retrospectiva en el Guggenheim Museum en New York (1995), misma exposición que viajó a varios países.
Además, representó a Estados Unido en la Bienal de Venecia en el 2007. La obra de este artista cubano integra las colecciones: de la Cruz Collection, PinchukArtCentre, The FLAG Art Foundation y el Guggenheim Museum, por mencionar algunas.