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viernes, 29 de junio de 2018

De la neutralidad, Internet, y las consecuencias mundiales

Por Arango

El mundo digital sigue dando de qué hablar; esta vez, en los Estados Unidos cuando la Comisión Federal de Comunicaciones anunció la anulación total de las normas de neutralidad de internet. Esta norma ya había sido aprobada por el gobierno de Barack Obama en 2015, la cual impedía que las compañías proveedoras cobraran tarifas adicionales por un acceso más rápido a ciertos contenidos en la red.

¿Qué cambios traería la nueva ley? Según los medios de prensa, las empresas que suministran el servicio tendrán a partir de ahora la libertad de experimentar con nuevos precios, priorizar o bloquear contenido, sin tener que rendir cuentas a superiores. Si esto fuese así, los beneficios serían múltiples para las compañías proveedoras, debido a que el mercado telefónico en los Estados Unidos ha sido, tradicionalmente, muy poco competitivo.

En la actualidad, solo existen cuatro grandes compañías que suministran internet inalámbrico y de banda ancha, algo terrible para el mundo de la conectividad. El 51% de los estadounidenses solo tiene una opción para elegir su servicio de Internet, explican algunos expertos. Con este nuevo modelo, se estima que estas compañías podrán recaudar mucho más dinero de parte de los cibernautas y también invertir en mejoras para sus servicios; aumentarán sus ganancias, se volverán más competitivos y esto les permitirá expandirse y mejorar el servicio o llevarlo a comunidades más pequeñas.

Sin embargo los efectos llegarán. El primero será la subida en los precios de conexión. No obstante los analistas creen que las consecuencias no se van a hacer visibles inmediatamente y que tampoco tendrán un efecto directo en los usuarios. Hasta ahora, cualquier empresa que quisiera utilizar la red podía hacerlo independientemente de su poder. Antes eran igualitarios los derechos de un joven programador de un pueblo de Massachusetts o uno de los empresarios del gigante de Google.

Con las nuevas normativas, las empresas podrán verificar y discutir a qué usuarios le dan un mayor ancho de banda o a quiénes limitarán o cortarán los servicios. Para los usuarios, lo anterior hará que los servicios utilizados en línea, como los de streaming (para ver videos o escuchar música) se tornen mucho más caros también.

Una de las primeras en volverse más cara será Netflix, debido a que tendrán que pagar tarifas más altas por utilizar internet de mejor calidad para ofrecer sus servicios y necesitarán cobrar más también a sus usuarios para mantenerlo.

Otros servicios, como los de ventas en línea, también pueden experimentar una subida de precios: al tener que pagar más por el servicio de internet, subirán también los precios en los productos. Una de las más beneficiadas será Amazon, mientras pequeños emprendedores verán disminuidas sus posibilidades de venta.

A nivel mundial, la falta de variedad de internet y una red menos dinámica serán una de las principales consecuencias a nivel global de la eliminación de la neutralidad de la red en Estados Unidos. Otras de las perdedoras serán las empresas extranjeras que deseen utilizar los servicios de internet estadounidenses para llegar a más usuarios en ese país. Las mismas, no tendrán la misma capacidad de distribución de sus contenidos que una empresa local o que un gigante de internet.

Los procesos para los que deseen entrar en el mundo digital estadounidense serán más difíciles y burocráticos. Según las fuentes especializadas, la última palabra la tendrán los proveedores de internet del propio país.

A partir de ahora, la naturaleza o tamaño de la empresa garantizará que tenga un mejor o peor servicio de internet. Las compañías que están fuera de Estados Unidos a las que se les podrá pedir que paguen más también si quieren llegar a clientes de Verizon o a Comcast, por ejemplo, si quieren llegar a usuarios de esas compañías.

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