Cada vez menos listos
Un descenso del coeficiente intelectual desde los años setenta demuestra que las generaciones actuales suelen ser menos inteligentes. Los investigadores proponen teorías como un descenso en la calidad de vida en factores como la nutrición, la educación y los estilos saludables de convivencia. Otros resultados en diferentes continentes apuntan a similares hallazgos
Si le contaran a usted que las personas de esta década son menos inteligentes que sus padres y abuelos, ¿lo creería? Pues es hora de creerlo si la ciencia lo prueba, y una investigación del Centro de Investigación Económica Ragnar Frisch de Noruega lo demuestra con resultados seguros.
El artículo publicado en Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias, Bernt Bratsberg y Ole Rogeberg explica que durante la primera mitad del siglo pasado el coeficiente intelectual fue en ascenso, una tendencia que se denominó el efecto Flynn. Se ha pensado en varios factores de calidad de vida como una mejor nutrición, atención médica, educación, etc., como los causales de esos resultados en el pasado.
Sin embargo, en el presente, según los investigadores de este estudio, esa tendencia ha terminado. Los humanos de esta época hemos comenzado a volvernos más tontos.
Pues el método fue riguroso. El estudio analizó los resultados de las pruebas de coeficiente intelectual de los hombres jóvenes que ingresaron al servicio militar obligatorio de Noruega durante los años 1970 a 2009. Se contabilizaron 730 000 resultados de las pruebas. Al hacer un estudio comparativo de los datos, se halló que los puntajes disminuyeron en un promedio de siete puntos por generación, con una clara tendencia a la disminución desde las pruebas que se remontan aproximadamente a los años 70.
Aunque se hallaron diferencias entre familias, la tendencia general fue la misma, y estuvo apoyada por estudios similares que dieron con el mismo hallazgo.
Por ejemplo, un equipo investigativo de Reino Unido recientemente descubrió que los resultados del puntaje IQ caían de 2,5 a 4,3 puntos en el mundo de la segunda guerra mundial. Y en diciembre pasado, otro grupo de los EE. UU. descubrió que los niños que crecieron comiendo mucho pescado tienen más probabilidades de ser mejores también, lo cual es otro factor involucrado en los niveles de inteligencia adulta. Notablemente, los niños en muchos países en la era moderna comen muy poco pescado.