Schneiderman, de cazador a cazado
Este martes ha conmovido a todos la renuncia repentina de Eric Schneiderman, el fiscal que desde Nueva York, quien excitó la lucha legal contra el grupo Weinstein. El fiscal abandona el cargo después de ser demandado por violencia por parte de cuatro mujeres con las que mantuvo relación. El democrático era una de las rostros públicos más comprometidos con el movimiento #MeToo. A pesar de desmentir sus abusados hacia ellas, Andrew Cuomo, el gobernador le solicitó explícitamente que renunciara.
La noticia se dio a conocer en la revista The New Yorker en un extenso artículo en el que acopia sus demostraciones. Fue la misma divulgación que el mes anterior compartió el galardón Pulitzer con The York Times por la responsabilidad de los procesos de acoso y abuso sexual de importantes figuras en el mundo de la política, del entretenimiento y los medios de información en una ola que no termina.
Las cuatro acusadoras coinciden al testificar que el fiscal les “pegó frecuentemente, en muchas ocasiones después de haber bebido, repetidamente en la cama y de ningún modo con su aprobación”. Las inculpaciones, en palabras del mismo fiscal, son "graves" no obstante, expresa que las desmiente "claramente". "Aunque no están conexas con mis costumbres profesionales o las batallas del cargo", declara en su dimisión, "me imposibilitarán dirigir la oficina de una forma positiva en este período crítico". El paro de Schneiderman, que como fiscal fue muy cualitativo de la misma manera con las habilidades de Wall Street, se llevó a cabo este 8 de mayo.
Dos de las cuatro mujeres que inculpan de abuso físico a Eric Schneiderman se detallan en el artículo. Se trata de Michelle Barish y Tanya Selvaratnam, que consideran el abuso de “asalto” aunque jamás lo denunciaron ante la policía. Sí afirman que consiguió hasta casi asfixiarlas y que llegaron a tener que recibir cuidados médicos por los golpes que tenían en el rostro. Las otras dos víctimas eligieron el anonimato por temor a las hostilidades. Todas relatan sucesos toda la violencia tuvo un papel protagónico.
Selvaratnam afirma que Schneiderman las intimidó después de los abusos, diciéndoles que podían se perseguirlas y hasta llegarle a pinchar sus teléfonos. Inclusive expresó que las asesinaría si destruían la relación sentimental con él. Desde el entorno del fiscal reconocieron en un primer momento al artículo indicando que “jamás había hecho tales amenazas”. Y en una pequeña declaración expuesta en Twiiter, el fiscal confesaba que había realizado varios juegos eróticos, sin embargo estableció que estas fantasías sexuales se llevaron a cabo bajo mutuo acuerdo.
La exmujer de Eric Schneiderman, Jennifer Cunningham, salió con todo en su defensa indicando que estas denuncias son "totalmente absurdas" con el hombre que conoce desde hace 35 años y subrayó sus valores. "Para mí es insostenible entender que son verdad", alega. El propósito del fiscal era regresar a mostrarse como candidato en la reelección en las venideras elecciones del mes de noviembre, aunque su nombre repicó en el trascurso de este último año como viable candidato a gobernador si Andrew Cuomo tenía ambiciones más grandes en 2020.