El Fluminense llega a Bolivia para visitar al Nacional de Potosí
Los recientes disturbios ocurridos en Bolivia llevaron al equipo de fútbol el Fluminense a intentar reprogramar la fecha del partido de vuelta que debía jugar este jueves con el Nacional Potosí, en la primera fase de la Copa Sudamericana. Sus directivos tenían la esperanza de que la Conmebol escuchara sus reclamos y esperaron justo hasta este martes, cuando la negativa del organismo deportivo fue evidente, para emprender viajar al país vecino. No obstante lo han hecho con algunos cambios de última hora, lo que podría interferir en la preparación genera del equipo.
Las protestas registradas en Bolivia desde hace días en torno a las regalías de las reservas de gas de Incahuasi, mantienen cerrado el aeropuerto de Sucre y los accesos por tierra a la ciudad de Potosí. El incidente ha impedido al equipo brasileño viajar a la ciudad de Sucre, a 2 810 metros de altitud, donde debía realizar una rutina de entrenamiento este miércoles para aclimatarse al cambio de altura previo al partido, que se jugará nada menos que a 4 067 metros de altitud.
Pero ante la imposibilidad del cambio de fecha, han debido dirigirse a Santa Cruz de la Sierra, a unos escasos 416 metros de altitud, y cruzar los dedos porque escalar a las alturas de Potosí apenas unas horas antes del partido no influya en los resultados.
Por si acaso, han traído consigo a todos sus titulares, a pesar del desgaste que ya muestran algunos. Según el entrenador del club brasileño, Abel Braga, la victoria 3-0 en el partido de ida ante Nacional de Potosí, disputado el 11 de abril en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, no es garantía suficiente. "Si tuviésemos cuatro goles de ventaja, yo diría que me bastaría, pero tres es complicado en esa cancha y a esa altitud", confesó.
Y es que la oncena carioca podría clasificar incluso con una derrota de dos goles de diferencia, pero sus directivos, sabiamente, han decidido curarse en salud. Tampoco cuentan con un equipo suficiente como para poder reservar jugadores, por lo que, en sus propias palabras, deben ir al límite todos los días.
Recuperados ya de sus lesiones, para el tope de este jueves el Fluminense contará de nuevo con sus titulares el zaguero Gum y centrocampista Ayrton Lucas, por su parte los bolivianos verán en acción nuevamente al zaguero Roger Ibáñez, alejado de las canchas durante tres semanas, también por lesiones.
El llevado y traído partido entre los clubes de Brasil y Bolivia es uno de los últimos que se jugará correspondientes a la primera fase de la Copa Sudamericana. Esta semana ya se conocerá quiénes pasarán a la segunda fase del torneo, en el que están inscritos además equipos de Argentina, Uruguay, Colombia, Chile, Ecuador y Paraguay.